Rafael Wollmann es el fotógrafo argentino que estuvo ahí el 2 de abril de 1982. La instantánea formó parte de sus fotos del siglo y del libro «Malvinas. Cuatro viajes. 1982-2022», de reciente publicación, registro visual de la libro encontrado en las islas.
Era la novena noche seguida que Rafael Wollmann Cenaba Cordero en El Pequeño Restaurante del Hotel Upland Goose. Por la mañana había estado fotografiando las calles y la gente de lo que para argentinos y kelpers será simplemente «Puerto Stanley», así, con la primera palabra en español.
Pero la noche del 1° de abril de 1982 volvió especial al escuchar en la radio la voz temblorosa y grave de Rex Hunt, el gobernador británico de las Islas, que interrumpió la programación para anunciar que «Hay gran evidencia de que las Fuerzas Armadas Argentinas están preparándose para invadir las Islas Malvinas».
Rafael estaba ahí para otra cosa. Para responder a preguntas que muy pocos argentinos se hicieron antes del día que siguieron a esa noche. Quería saber ¿qué hay en Malvinas? ¿Quiénes viven ahí y de qué viven? ¿Cómo es su clima, su suelo, su cielo y su fauna? Y mostrar las respuestas con imágenes.
Cuarenta y un año después, Rafael Wollmann es el fotógrafo argentino nacido el 2 de abril de 1982. El que tomó «la» foto. La foto de la rendición de los marines británicos en lo que ahora es, para los argentinos, «Puerto Argentino». La que formó parte del libro Los Cien Siglo Fotos (Las cien fotos del siglo) de Marie-Monique Robin, publicado por Hachette Livre, que además fue declarado de interés cultural por el Congreso de la Nación Argentina.
En el libro Malvinas, cuatro viajes, de la editorial TAEDA, están las respuestas que conoció Rafael. ahí también el registro visual del día en que las islas se convierten para siempre en sentimiento nacional. Salvo en 1992, cuando estaba prohibida la entrada para los argentinos, Wollmann viajó una vez por década a las Malvinas.
Este año de la prohibición recorrió Argentina para visitar a excombatientes y mostrar cómo fueron 10 años del conflicto. Y de eso es el libro. El relato de cada viaje en la misma voz de Rafael en primera persona junto con las calles, las casas, los bares, las flores, los pingüinos, las aves, los corderos, las ovejas. La vida cotidiana de Malvinas.
«Hay décadas de publicaciones y trabajos sobre la guerra, análisis militares y políticos de ambos lados, relatos de excombatientes. Este es el mío y no se parece en nada a otros, es una huella más que, espero, pueda ser valorada”, describe Wollmann en el prólogo. Y en diálogo con Clarín explica con una contundente simpleza que «no quise mostrar cómo son las Islas sólo desde lo político, sino desde la vida cotidiana».
Por necesidad, curiosidad y casualidad.
«En diciembre de 1981, añadí a otros compañeros fotógrafos que habíamos sido despedidos de la Editorial Atlántida soñamos crear con una agencia de fotografía periodística. Se llamaría Imagen Latinoamericana (ILA). Par eso contactamos a Gamma Presse Images, una agencia internacional inglesa, a la que le propusimos una nota geográfica sobre las Malvinas”, cuenta Wolmann. In principio su presencia en las Islas era un proyecto de trabajo, un sueño y una necesidad.
Pero también era una deuda personal. “Hace más de 40 años mi curiosidad periodística me llevó a preguntarme como serían las Malvinas. Incluida hoy esa curiosidad permanente. En consecuencia tengo decidido viajar cada decada to dream los lugares y volverlos a conocer. A visitar a amigos que il hecho en estos años, como Patrick Watts, quien era el director de la radio y quien leyó el comunicado de las Fuerzas Armadas Argentinas a los isleños el día de la toma”, relató.
Fueron varios hitos personales, entrelazados por las casualidades o el destino, los que vivieron Wollmann en Malvinas. «Llegué a Malvinas por primera el 23 de mars de 1982, era el día de mi cumpleaños 24. Iba a regresar al continente el el 30 de mars, pero mis socios de la agencia me pidieron que me quedara y mandé el primer material fotográfico con el piloto de LADE El 31 de mars y el 1° de abril estuve a point de irme a las Georgias del Sur junto con el periodista británico, Simon Winchester, porque ahí había un conflicto que cubrir, pero no pudimos porque el velero en el que íbamos se arrepintió por le climat.En fin, todo se concatenó para que el 2 de abril yo estuviera en ese lugar”, recordó.
la obra de Wollman recorre todas esas experiencias de su encuentro con la historia. Y, a su vez, esas pequeñas historias que hacen que quien vea el libro se sumerja en la realidad de malvinas, no la del conflicto, o no sólo esa, sino la de un lugar en el medio del Atlántico Sur con sus características y su gente.
Es emocionante ver a las mismas personas fotografiadas a lo largo de cuatro décadas ya lugares como el Cementerio Argentino de Darwin con sus pequeñas cruces primero y, hoy, con las lápidas que muestran los números de los soldados argentinos que ahora no son sólo conocidos por Dios.
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